La cafeína es el suplemento más eficaz para mejorar el rendimiento en competición. La evidencia de sus efectos sobre la percepción de esfuerzo y la mejora en el rendimiento han sido constatados en numerosos estudios.
Durante un tiempo, hasta 2004, estuvo en la lista de sustancias prohibidas en caso de superar los 12 ug/ml en orina, el equivalente a 8 cafés. Una de las razones de su retirada de la lista, junto con la arbitrariedad del límite permitido, fue descubrir que, como en muchas otras ocasiones pasa, más no era mejor. Se ha demostrado que los efectos positivos no aumentan, e incluso pueden aparecer efectos negativos a partir de los 6 mg/kg.
Lo primero a tener en cuenta es que aunque la mayoría de los deportistas responden positivamente a la suplementación con cafeína en competición, existe una minoría significativa que, o no experimentan mejora, normalmente gente muy habituada a tomar café a diario o en cantidades importantes, o directamente les sienta mal. Este sentar mal suele deberse a los nervios y a un mayor estado de ansiedad, fruto de una reacción aguda del sistema nervioso, mucho mayor a la que ocurre en otras personas.
Por eso es importante probar en entrenamientos como nos afecta antes de usarlo en competición.
La cantidad recomendada sería de entre 3 y 5 mg/kg de peso.
Su concentración pico en sangre se logra 1 hora después de su toma y su efecto puede durar entre 4 y 6 horas.